💌 Carta #4 — Bariloche y otros no negociables
Hace 5 años, con Herni, tomamos una decisión que parecía simple, pero que nos cambió la forma de mirar a Bariloche. Volver una vez al año: no como turistas, sino como exploradores de una posibilidad.
Si me preguntás cuál es mi lugar en el mundo, rápidamente te respondo Bariloche.
Hace unos años, con Herni, nos cuestionamos seriamente la posibilidad de irnos a vivir para allá.
Nos habíamos enamorado fuerte del sur, de su calma, de sus paisajes, de lo que imaginábamos que podía ser nuestra vida ahí.
En esa búsqueda, tomamos la decisión de irnos durante varios años seguidos de viaje —al menos una semana al año— para ver si esa inquietud crecía y tomábamos valor para llevarla a la realidad.
En vez de hacer las valijas impulsivamente, decidimos ensayar. Probar.
Vivir la ciudad en diferentes momentos del año. No como turistas, sino como “posibles habitantes”.
Compartir con quienes viven ahí todo el año. Pasear, sí, pero también mirar la ciudad con ojos de rutina.
Cada viaje nos fue mostrando una parte distinta de la historia.
Y este año… volvimos hace unos días y todavía estoy procesando este viaje.
Fue intenso, revelador… y también desafiante.
Nos encontró en otro momento vital.
Fausti y su chupete
Fausti ya no es un bebé.
Los viajes anteriores fueron con él de tres meses y para su primer cumpleaños.
Esta vez, el viaje anual lo encontraba con un año y nueve meses.
Y cuando algo le molesta, lo hace saber.
Uno de los días hicimos mil planes: paseamos por Playa Bonita, cambiamos de hospedaje, fuimos a dejar a la abuela al aeropuerto, volvimos a Circuito Chico, visitamos a la tía Kuki, cenamos con Pau.
Fue un día hermoso. Hasta que llegó la noche.
Venía con molestias por las muelas y, en un momento de enojo, rompió su chupete.
Esa noche no pudo conciliar el sueño. Lloraba. Lloraba MUCHO.
Fausti nunca fue un bebé de llorar así.
Agotamos todas las estrategias que como padres nos fuimos inventando para calmarlo, pero nada parecía funcionar.
El chupete, ese recurso que tantas veces le dio calma, ya no servía.
Probamos alternativas durante más de dos horas y media.
A la 1:30 de la madrugada, con mucho sueño y algo de angustia, nos subimos al auto y manejamos 25 km hasta la farmacia de guardia más cercana, en búsqueda de un chupete nuevo.
Y después, 25 km de vuelta.
🎓 Teoría: Mis nuevos “No Negociables”
Stephen Covey, en “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, plantea que la verdadera efectividad personal se basa en vivir desde principios.
Él lo llama “ética del carácter”.
Tus no negociables muchas veces son la forma práctica en que esos valores se manifiestan.
En medio de estas preguntas sobre "dónde vivir", en realidad se me ponen en juego esos principios.
Por ejemplo, uno de mis valores es “mi familia es lo más importante”, y mis no negociables van tomando forma:
aprovechar mis mañanas con Fausti,
trabajar en el horario que él va al jardín,
generar espacios para cuidar mi pareja con Herni.
Y esa noche, manejando en la oscuridad, entendí que para nosotros, tener acceso rápido a algo tan básico como un lugar abierto donde conseguir un chupete, es un no negociable.
Uno está acostumbrado a algunas cosas y las da por sentadas porque las tiene… pero te vas a otro lugar y no es “tan normal”.
Ya nos había pasado en Sierra de la Ventana y en Bahía Blanca, cuando viajamos con Fausti, se enfermó y estuvimos internados allá… estar cerca de un buen sanatorio se convirtió en un no negociable. (Esto te lo contaré en otra carta).
No quiero caer en “el lado B de viajar”, porque no es eso.
La experiencia es más profunda. Es decidir conscientemente, basándonos en lo que para mí (para nosotros como familia), se convierte en un no negociable.
Y hay preguntas que vale la pena hacerse cada tanto:
¿Qué cosas me hacen la vida más simple, más cuidada, más como la quiero?
¿Estoy viviendo en un lugar que acompaña mis necesidades reales?
Puede que para vos una farmacia abierta 24 hs o un buen sanatorio cerca no te cambien la vida… pero, ¿te preguntaste cuáles son esos no negociables para vos?
Si querés, escribime.
Me encantaría abrir este diálogo.
🛠 Herramienta: Revisión Trimestral
La frutilla del postre de este viaje fue terminarlo con nuestra revisión trimestral.
Así que hoy te traigo esta herramienta.
Es un ritual que sostenemos con Herni desde hace varios años, también de la escuela de Superhábitos.
👉 Guía de Revisión Trimestral – Superhábitos
Una pausa para ver cómo estamos. Qué queremos seguir eligiendo. Qué necesitamos ajustar.
Miramos todo: pareja, familia, tiempo libre, trabajo.
Y por segunda vez, revisé también mi rol emprendedor.
Me senté a mirar mi año laboral, mis objetivos, mis deseos.
Y me encontré con que lo que está pasando con ViajarMe no lo había previsto.
Pero me hace muy feliz el entramado de posibilidades que va gestando.
🌱 Proyecto: ViajarMe
ViajarMe lleva poco tiempo en el lado “público”, pero es un proceso que vengo transitando hace varios años.
Y casi sin darme cuenta, el empezar a escribir se fue convirtiendo en un espacio de sanación, encuentro, de palabras, de red.
Hoy tengo una reunión clave para uno de los proyectos que ya te conté.
Y ya tengo pasaje para la prueba piloto: nos vamos el 6 de julio.
Siento que algo muy especial se está gestando.
Y no quiero apurar nada, pero sí dejarte la puerta abierta…
Gracias por llegar hasta acá.
Nos vemos en el camino,
Lur Carreras